Hoy siento que también debo contarles un poco de lo que me rodea y de la visión que tengo sobre el tema. Mi país ha estado un poco revolucionado, pero para mí es una revolución que hacía falta. Vivo en un país que está al final del mapa sudamericano, donde la inequidad ha llegado al limite que la ciudadanía podía aguantar.
Los chilenos somos personas que nos hemos formado en el rigor, en el miedo y hasta en los vaivenes que nos ofrece la naturaleza, por ser uno de los países más sísmicos del planeta. Hemos tenido muchos terremotos que nos han destruido y nos han obligado a levantarnos una y otra vez. Esta vez hubo un terremoto, pero un terremoto social. Un estallido que ha mostrado el hastío por tanta desigualdad. Somos uno de los países donde la brecha social es abismante y aberrante. Simplemente nos cansamos y estamos exigiendo al gobierno que haga los cambios que se necesitan, para que esto no siga adelante. Yo espero que las demandas sociales sean escuchadas y hayan cambios, porque de lo contrario, se seguirá con las movilizaciones, las marchas, las manifestaciones. Chile necesita cambios reales en muchos aspectos, educación, salud, previsión social, etc. Desde el fondo de mi corazón, espero que esos cambios lleguen y nos beneficien a la gran mayoría que solo queremos dignidad para un pueblo que por años lleva luchando por lo mismo, sin ser escuchado. No es un problema de izquierda o derecha, es un problema que se arrastra desde el momento en que recuperamos la democracia. El mundo político hasta hoy no ha cambiado la constitución redactada en dictadura, porque gozan de beneficios a los que no quieren renunciar y sólo han ido haciendo cambios menores. Hoy el pueblo exige una nueva constitución y que se parta por rebajar los sueldos grotescos de los parlamentarios, vamos a ver quienes son los que estarán de acuerdo con esto, ahora se verán quienes realmente trabajan para el pueblo y quiénes sólo buscan beneficiarse de él.
Bueno, creo que me estoy extendiendo en este relato. Les cuento sobre la foto ahora. Estos son venados chilenos, se llaman Huemules, habitan en su mayoría al sur del país y también aparece un huemul en nuestro escudo nacional. Esto fue el encargo de una amiga, para hacer su decoración de Navidad. Ojalá les gusten, trataré de hacer otros para mí, que tengan unas lindas fiestas de fin de año y estén comenzando el Adviento con mucha energía y esperanza. Saludos cariñosos desde Chile.
